martes, 15 de marzo de 2011

Tampones para emplutarse estamos locos

“Solo quería pasar un rato agradable, quería sentirme igual que mis amigos, pero sin que mis papás me regañaran. En el cole varias lo hacíamos y lo mejor es que nadie se daba cuenta. Pero todo acabó cuando comenzaron los dolores y tuve que confesar todo a mis padres. Esta vez, además de miedo, me dio vergüenza”.
Este es el testimonio de “Adriana”, una colegiala de apenas dieciséis años, quien abochornada cuenta que una mañana, entre las paredes del aula, emborracharse con tampones se convirtió en una novedad. “Una compañera me dijo: tienes que comprar tampones, luego los bañas por completo en cualquier trago que quieras y entonces te lo metes por abajo”, relataba la muchacha, mientras sus mejillas se sonrojaban.
¿Por abajo?... sí, como lo escuchó, ahora existe una nueva estrategia con la que los jóvenes se emborrachan sin que nadie los descubra. Se trata de remojar con licor un tampón para luego penetrarlo en el organismo. En el caso del sexo femenino, la introducción es vía vaginal y en el caso del género masculino, por vía anal. Consumir alcohol de esta manera es un arma de doble filo, pues el licor llega más rápido al cerebro que ingiriéndolo de manera oral.
“Adriana”, al igual que muchos adolescentes en el mundo, buscó esta alternativa como una forma de sentirse “happy” sin que sus padres se den cuenta. Esta problemática es evidente en varios países como Chile, Argentina, Estados Unidos, Colombia y ahora Ecuador.

Infecciones
Para entender más sobre el tema acudimos a varios médicos y, aunque parezca raro, muchos no tenían ni la más mínima idea de esta problemática. “¿Tampones en la vagina?...noooo ¿cuándo? ¿cómo?”, se preguntaban los especialistas. Luego de buscar y preguntar dimos con un ginecólogo que sí tenía referencia sobre los graciosamente llamados “Tampax on the rocks” o “Tampax en las rocas”.
El ginecólogo José Mieles tuvo dos casos de muchachitas que llegan con tampones bañados en alcohol. Cuenta que ambas estaban en los primeros años de colegio y que él, como médico, tuvo que atenderlas de emergencia.
Al parecer, para los adolescentes esta inusual tendencia resulta ser toda una aventura y no solo por los efectos del alcohol, sino también porque se creen tan inteligentes que pretenden engañar a los adultos sin pensar en los daños que producen en su organismo.
Según Mieles, la introducción vaginal de licor puede provocar que el PH vaginal (nivel de acidez) cambie bruscamente.
“El trago tiene demasiados ácidos y esto, expuesto directamente con la mucosa vaginal, crea infecciones graves”, explicó el galeno. Además, señala que este tipo de prácticas pueden provocar un alto grado de infertilidad producido por la excesiva cantidad de hongos infecciosos.

Un secreto a voces
La principal causa para que los jóvenes recurran a este método de emborracharse es el temor a ser descubiertos por sus padres o por alguna autoridad, pues al no presentar aliento a licor no existe ninguna prueba de que están borrachos.
Para el psicólogo clínico Francisco Jaramillo, este fenómeno no es tan fuerte en el país, pero se han presentado casos “y es necesario que autoridades y padres de familia estén atentos”.
Además, indicó que la principal fuente de información para que los adolescentes recurran a estas técnicas es el Internet. “Es así como se difunden este tipo de tendencias, uno lo ve en la web, lo comenta a otro y luego se convierte en una moda en secreto”, expuso el especialista.
Jaramillo explicó también que quienes practican esto del “Tampax en las rocas” no buscan únicamente el placer de la borrachera, sino también, de cierta manera, el placer sexual. “Los padres deben estar informados. Más que emitir un juicio de valor deben conocer sobre el tema”, comentó el especialista.
Basado y recopilado de la edicion de Diario Extra Martes 15 de Marzo 2011

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